Las diferencias entre vivir en un adosado o en un chalet independiente son muy grandes. En términos de privacidad, confort y libertad, las ventajas del chalet independiente son muy superiores.
Para tomar una decisión sobre el tipo de vivienda ideal para ti, nada mejor que fijarte en las diferencias entre un chalet adosado y un chalet individual. Conocer qué suponen en la práctica te permite valorar el nivel de importancia que das a cada una de estas cuestiones y hacer balance y determinar qué opción es la mejor para tu estilo de vida y expectativas de futuro.
Claves para elegir entre adosado o chalet individual
Disfrutar de privacidad, ¿mejor en un adosado o en un chalet?
Sin duda, la balanza se decanta en este caso por el chalet individual. Estos suelen disponer de una amplia parcela de uso individual además de no compartir ninguna pared entre viviendas. Como mucho, compartirán muros del jardín y, en algunos casos, ni siquiera eso, porque los muros pueden dar a zonas comunes y no a otras parcelas.
En la práctica esto quiere decir que será realmente difícil para los vecinos escuchar las conversaciones que tengas en casa, podrás reunirte sin problema sin molestar a nadie. Además, en muchos casos no podrán tener tampoco vistas a las terrazas, que suelen ser lugares privados a salvo de vecinos fisgones, curiosos o entrometidos.
Independencia y seguridad, ¿qué tipo de chalet es mejor?
Si dudas entre chalet adosado o chalet independiente, fijarte en la independencia que te permite cada uno también es importante. Ten en cuenta que los chalets independientes tienen accesos a la parcela propios, no compartidos, tanto para llegar a la vivienda a pie como para acceder en vehículo.
Esto a su vez supone una mejora en términos de seguridad. Porque no tienes que compartir accesos, lo que te evita sustos con los vecinos a deshoras. Te permite implementar medidas de seguridad propias como poner cámaras dentro del recinto, sensores de paso o tener tus propias claves de acceso y llaves, sin tener que verte obligado a compartirlas con nadie.
Libertad para decidir y actuar sobre tu propiedad
Otro punto relevante al decidir entre vivir en un adosado o un chalet independiente es el grado de libertad que otorga cada opción. En un adosado compartes al menos con un muro de la vivienda con un vecino. En algunos casos, incluso también accesos o elementos como la piscina. Eso te obliga a consensuar determinadas decisiones, como el colocar cámaras de vigilancia remota para poder visionar qué ocurre en tu parcela.
En un chalet independiente esas decisiones no afectan a tus vecinos. Así que eres libre de tomar la que consideres oportuna.
Confort en la vivienda
En términos de confort también hay diferencias entre los chalets adosados y los chalets independientes. El confort acústico suele ser mayor en los chalets independientes. Al no compartir tabique entre las viviendas, el interior suele ser más silencioso. Cuando la vivienda está dentro de la parcela y hay espacio hasta sus muros no hay una pared común por la que se filtren ruidos cotidianos.
También en confort térmico suele ser mejor si tienes en cuenta que puedes regular el sistema de climatización de tu vivienda como te convenga. En los chalets adosados las decisiones sobre encender o no la calefacción en la vivienda colindante pueden incluir en positivo o negativo sobre la temperatura de tu hogar.
Vida al aire libre en tu parcela: diferente en adosado o chalet individual
Es habitual que un chalet independiente disponga de más espacio al aire libre que un chalet adosado. El jardín suele rodear la vivienda, e incluso puede disponer de más de una terraza y de azotea para uso particular.
Esa amplitud de terreno privado al aire libre permite diferentes usos y un estilo de vida difícil de replicar en chalets adosados con parcela pequeña. Puedes disponer de diferentes zonas para distintos usos: jardín, zona de barbacoa, espacio para el relax, zonas de juegos o para practicar algún deporte, espacio para tomar el sol…
Además, si tienes una familia grande, adolescentes, niños y mayores pueden contar con zonas propias de disfrute al mismo tiempo.
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